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Atlas tipológico – holístico de lenguas indígenas de Colombia

Este documento es el resultado principal del proyecto Desarrollo de atlas tipológicos sobre lenguas indígenas de Colombia. Etapa 1: generación del Atlas Tipológico-Holístico de Lenguas Indígenas de Colombia (ATIHOLICO) a través de registros de los datos de González de Pérez y Rodríguez de Montes (Eds.) (2000), código ICC-28112019, que fue uno de los beneficiarios de la Convocatoria interna de proyectos de investigación 2020 del Instituto Caro y Cuervo.

 

Desde Rodríguez de Montes (2000 [1995]) se mencionaba la necesidad que había de establecer, entre 1979 hasta 1981, un “Atlas etnolingüístico de la subregión andina indoamericana” (p. xix), que proporcionara registros de variación espacial de las lenguas indígenas que se hablan en los territorios del Convenio Andrés Bello: Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, Panamá y Venezuela. Como respuesta a esta necesidad, en el contexto colombiano, se creó el compilado de González de Pérez y Rodríguez de Montes (Eds.) (2000), el cual tiene información de 62 lenguas y el posicionamiento geográfico de las lenguas en los mapas, con lo cual se cumplía parcialmente con este anhelo, pero se había dejado de lado la cuestión de comparar propiedades lingüísticas (fonológicas, morfológicas, léxicas y/o sintácticas) particulares en el ámbito areal, asunto que condujo a la creación de este nuevo proyecto de investigación.

 

Este Atlas trabaja de manera exclusiva con fichas de 42 lenguas, seleccionadas por el porte de información fonológica, morfológica y sintáctica, y es el primer producto de carácter tipológico-areal basado en el modelo holístico de la Fonología Natural (Donegan y Stampe, 1983; 2004) que se realiza en Colombia. Es la primera de dos etapas, siendo la segunda el Atlas de Alternancias Sonoras de las Lenguas Indígenas de Colombia (ATASOLICO), que se concentrará de manera exclusiva en datos fonológicos, facilitando la opción de agregar las fichas de más lenguas registradas en González de Pérez y Rodríguez de Montes (Eds.) (2000).

 

El retorno a lo sagrado: fundamentos científicos de la espiritualidad del nuevo milenio

Que sea usted, lector, en todo caso, el cántaro en el que se viertan estas propuestas; las únicas que hasta ahora reconozco – y por las que podría apostar-, como capaces de conducirnos más allá del complejo laberinto que caracteriza la problemática mundial, actual y pretérita. Ojalá el tema del desarrollo de estados de conciencia superior sea reconocido como un terreno medular para superar los álgidos problemas de Colombia, y llegue el momento en que se tomen en serio los nuevos paradigmas para diseñar proyectos ambiciosos y masivos de elevación de nuestro nivel de conciencia colectiva

Filosofía de la Transistencia: a partir de Martín Heidegger y del Budismo Zen

 

 

Los interrogantes 1) ¿De qué padecemos? 2) ¿A qué aspi­ramos? 3) ¿Con qué contamos? 4) ¿Qué hacemos? van resueltos, respectivamente, en el primero, el segundo, el tercero y el cuarto ensayos, así:

1)      Padecemos de sistemas filosóficos sujetos a la perspectiva, incapaces de otorgar en un grado supremo la respuesta a la pregunta por el Ser del ente, relativizables en tanto restringidos a pa­radigmas histórico-culturales, y colocados en una situación crítica respecto a las ciencias positivas.

2)     Aspiramos, no a un sistema teórico definitivo e inamovible, como se creyó que lo era el Hegeliano, sino a un saber absoluto, de tipo intui­tivo, sobre el ser del ente, relacionado más bien con una experiencia vital que con una definición nominal. Aspiramos a la sabiduría: somos Phylosophos. Esta aspiración epistemológica es simultáneamente eudeica.

3)     Durante algo más de dos milenios occidente le ha confiado a las mediaciones lógico-discursivas la resolución de las inquietudes filosofantes, sin que se haya conseguido, al parecer de algu­nos, dar respuesta al Pathos epistémico-existen­cial del ente preeminente. Es hora, pues, de pa­sar revista a las tradiciones orientales, y en especial al budismo Zen y al Taoismo. Estas tradiciones hablan de la posibilidad de una experien­cia insuperable del ser del ente, llamada satori, y enseñan cómo llegar a ella.

 

4)     Somos occidentales, y muchas de las prácticas orientales que corren “tras de” el satori no se adecuan a nuestra manera de ser. Pero podemos estudiar la estructura interna de dichas prácti­cas, para crear nuestras propias maneras de ave­riguar transracional mente por el. Ser del ente. La decisión por este tipo de averiguación, sin embargo, requiere una previa afinidad con las prácticas transistenciales, y no puede ser impuesta a nadie.